Reconstrucción del 3 Templo.

20.11.2023

Horas antes del shabat, una sala se llena de voces. Una veintena de israelíes preparan el coro del Templo que quieren reconstruir en Jerusalén, dos mil años después de su destrucción, en lo que hoy es la Explanada de las Mezquitas.

Para estos judíos nacionalistas, el Templo de Jerusalén simboliza la redención y debe acelerar la llegada del Mesías.

Pero para sus detractores, numerosos en el judaísmo, equivale a jugar con fuego en un sitio que está en el centro de las tensiones israelo-palestinas.

El pueblo judío "espera" ese templo desde hace 2.000 años, explica Shmuel Kam, de 52 años, miembro del coro formado por descendientes de la tribu de los levitas, antaño responsables de los cantos y la música del santuario.

"Creo que viviré para ver el templo reconstruido (...) es inevitable", agregó.

Esos aprendices de coristas vienen de todo el país hasta un suburbio de Tel Aviv para sumergirse en los cantos antiguos.

"Cuando se reconstruya el templo, pediremos a los levitas venir a cantar y no sabrán hacerlo, así que tenemos que enseñarles", explica Menahem Rozenthal, director del coro creado pocos meses atrás por el Instituto del Templo.

Esta organización trabaja desde 1987 en la reconstrucción del Templo formando a coristas y sacerdotes y en la confección de objetos para los cultos.

Arrasado por los romanos en el año 70 d.C., el Segundo Templo, del cual el Muro de los Lamentos es un vestigio, se construyó en el sitio donde, según la tradición judía, se levantaba el Primer Templo, destruido por los babilonios en el siglo VI a.C.

Siglos después, sobre sus ruinas se construyó la Explanada de las Mezquitas donde actualmente se encuentran la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado del islam, en Jerusalén Este, ocupado y anexado por Israel.

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